Sopas

Las sopas son no solo una opción de alimentación, sino el primer paso al placer de comer.

Suelen utilizarse como primer plato, nos prepara para la comida sólida. Son el primer contacto de los bebés con los alimentos y de ellas y la actitud que los adultos tengan al dárselas, depende su relación con la comida en el futuro.

A los cinco meses, cuando la leche materna no resulta suficiente para brindar todos los nutrientes que los pequeños necesitan para crecer sanos, aparecen las sopas. Lo ideal es iniciar por colores, primero el verde (brócoli, acelgas y espinacas), por su contenido de vitamina E; después el amarillo (papa, camote) de la vitamina A; a los seis meses se les puede adicionar tubérculos y plátanos; al séptimo mes, fríjol, lenteja y garbanzos, y tras el primer año de edad comenzar con el rojo (tomate, pimiento).

En estos primeros momentos el niño está comenzando a diferenciar color, textura, sabor y consistencia y además debe aprender a masticar, una acción fundamental para el desarrollo maxilofacial y aprendizaje del lenguaje. Es importante que poco a poco vayan variando las sopas de licuadas a trituradas y finalmente con pedacitos sólidos.

Una de las características de las sopas es la capacidad de saciedad que ofrecen lo que las hace muy apropiadas para controlar el apetito en adultos que están en regímenes de pérdida de peso, pero que se debe controlar en menores por las necesidades nutricionales que tienen.

Para las personas mayores la sopa vuelve a ser importante porque comienzan a tener problemas de deglución, resequedad en la boca o masticación, lo que hace que ese alimento sea fácil de consumir. Si la sopa acompaña un plato de alimentos secos, puede ayudar también a que estos se digieran más fácilmente.

Al preparar las sopas se debe considerar:

  • Que los vegetales no se cocinen por tiempo muy prolongado para que las vitaminas no se volatilicen y pierdan su aporte nutritivo.
  • Que sean hechas en olla de presión preferiblemente a fuego bajo para que no pierdan nutrientes.
  • Evitar las sopas de paquete por la cantidad de químicos, sales, colorantes y aditivos que tienen.

Se recomienda dar las sopas sin sal, para percibir el sabor natural de los alimentos.