Lavar limones o naranjas y secar con una toalla.
Pelar sin llegar a la parte blanca de la piel.
Extender en papel encerado y dejar 3 días en un lugar seco cubierto con servilletas. Mover periódicamente para secar uniformemente.
O dejar en horno tibio apagado por algunas horas hasta quedar completamente seca y crujiente.
Licuar hasta pulverizar.
Pasar a un recipiente de vidrio tapado.
