Cuando pensamos en desintoxicación, pensamos en un proceso interno. Depurar el organismo de toxinas, bacterias, parásitos y demás.
Nos alimentamos para nutrir el organismo y obtener energía. Aprovechados los nutrientes, debe haber un trabajo de limpieza para eliminar restos tóxicos mediante la expulsión.
El aire que respiramos tiene funciones a nivel celular. Y en el proceso respiratorio aprovechamos el oxígeno y se liberan sustancias.
Podemos llevar la propuesta más arriba. De hígado, riñones e intestinos a corazón y cabeza. Porque ahí hay pensamientos negativos y emociones toxicas.
Aprender a desintoxicarse física y mentalmente es fundamental para mantener la homeostasis a través de la vida.
